La cantante colombiana Shakira sigue disfrutando de su estancia en México como parte de su gira “Las Mujeres Ya No Lloran World Tour”, que ha sido un éxito total y que incluso la ha llevado a anunciar cuatro fechas más que brindará en agosto y septiembre de este 2025.

Más allá de la gran aceptación del público mexicano, una de las situaciones que ha captado gran polémica en redes sociales, es la forma en que sus seguidores se organizaron para insultar al padre de los dos hijos de la barranquillera durante su show, con la frase “chin** a tu madre Piqué”, hecho al que Shakira por fin reaccionó.

Durante su charla con Danielle Dithurbide, la cantautora esbozó una gran sonrisa al escuchar el controversial asunto, y con una gran sonrisa contestó: “Yo no escucho, yo no escucho porque tengo estos, esas cosas [en los oídos], no las escucho mucho”.

Pero ante la advertencia de la periodista con hacerle mención de los gritos contra Gerard Piqué, la colombiana refutó: “Escucho lo bonito de ‘Shakira, Shakira’ o ‘Shakira, mi hermana, ya eres mexicana’. Eso sí, lo escucho y lo entiendo, pero ya, otras cosas mejor, mejor no las escucho. Pero que digan lo que quieran”.

Previo a esta confesión, la intérprete de “Te felicito” se declaró fascinada con su estancia en México, y previo al anuncio de sus próximas cuatro presentaciones en el país azteca, manifestó:

“Primero que está muy lindo. Estoy encantada con el trato, con el cariño. No me quiero ir. Y si me voy, pues voy a volver. Estoy enamorada del público mexicano, lo que me dan cada día, de esa lealtad, de ese amor. ¡Cómo me han reparado el alma! Ríen, bailan, lloran, reflexionan conmigo”.

Al escuchar que es considerada como una bandera de las personas que ahora no ocultan que la están pasando mal en su vida, Shakira expresó:

“Sí, no es fácil porque nos han enseñado a esconder los sentimientos en una sociedad en la que, sobre todo ahora con las redes sociales, todos, todos pasamos momentos difíciles, todos pasamos alguna vez alguna decepción, pero hay que seguir celebrando la vida, celebrando con la gente que uno ama, con aquellos que nos valoran de verdad y el público ha hecho una gran labor en hacerme sentir valorada”.

Ante el comentario de que supo aprovechar esta situación para convertirlo en música, la famosa subrayó: “Yo creo que lo que he vivido de cierta manera ha sido un proceso alquímico, ¿sí? De toda esa rabia, toda esa frustración, todo el dolor, todo lo que pudiera sentir en algún momento, transformarlo y aprovecharlo en creatividad, en productividad, para poder reconstruirme, ¿no?”.

Sobre si continúa siendo la “Shakira de los pies descalzos” o ya es otra mujer distinta, la artista aclaró:

“Es que la llevo adentro. No se ha ido a ninguna parte. Ahí está. Tuve, yo creo, muchos diálogos con ella en muchos momentos y precisamente me recordó quién era, me recordó mi valor. Yo creo que cuando se sufren ciertas decepciones, que son normales en la vida, que todos las vamos a encontrar en algún momento, uno se siente pequeño, se siente que ha perdido su propio valor, ¿no? (…) Yo me he sentido muy, muy protegida por el cariño de mi público, y de alguna manera eso me ha salvado. Eso y el cariño de mis hijos, de mis amigos, de mi familia”.

Haciendo alusión a su exitosa frase, que además da nombre a su tour “Las mujeres ya no lloran”, Shakira no ocultó que aún derrama lágrimas en ciertas ocasiones.

“Solo por las razones necesarias. Como digo, hay que… El tema es que antes nos decían cómo llorar, ¿no? A puertas cerradas, no llorar delante de los hijos, no llorar, esconder el dolor, ¿no? Guardar las formas, la compostura. Nadie te puede decir cómo sanar, nadie te puede decir cómo reconstruirte. En la sinceridad yo creo que está la sanación, en eso de mentirse a uno mismo, mentir a la sociedad, eso ya no va”.

Por último, Shak declaró que continúa reconstruyéndose tras el giro radical que ha dado su vida en estos últimos años, y dejó entrever que, por muy bien que se le pueda ver, todavía no se recupera por completo. “Yo los procesos de sanación tardan muchos años, ¿eh? Una cosa que he aprendido es que uno puede ser feliz, incluso con un dolor, un dolor profundo, o alguna herida que no sana”, concluyó.