¿Recuerdas a Jaimito el Cartero y su célebre frase “Tangamandapio, mi pueblito natal”? Pues ese lugar no solo existe, sino que es un encantador pueblo en Michoacán que puedes visitar sin gastar una fortuna.
Con un presupuesto entre los 2 mil y 5 mil pesos, puedes recorrer sus calles, conocer su historia y tomarte la foto obligada en el sitio que inspiró a uno de los personajes más queridos de El Chavo del 8.
Tangamandapio: ¿Dónde se encuentra?
En el centro oeste de México se ubica el estado de Michoacán a específicamente 165 kilómetros hacia el oeste de Morelia donde esconde un pueblo con muchos secretos y naturaleza que te hará vivir una experiencia total de viajero.
Su nombre de Santiago Tangamandapio proviene de la lengua chichimeca, originaria de la región, y el cuál significa: “Tronco podrido que se para en el agua en posición vertical”, este significado se encuentra plasmado en su escudo actual donde muestra un tronco de ahuehuete, el árbol nacional de México.
Más allá de la popularidad del show, el pueblo de Tangamandapio recibe a sus visitantes con una escultura de Jaime el Cartero. La placa al pie de la estatua reza: «por haber dado a conocer nuestro municipio a nivel internacional».
¿Qué hacer en Tangamandapio?
Como lo inmortalizó Jaimito el Cartero, Tangamandapio y sus crepúsculos arrebolados, los cuales invitan a perderte en sus calles con encanto colonial, siendo el sitio perfecto para pasear y desconectar.
Entre las principales actividades que puedes realizar en Tangamandapio están:
- Visitar la parroquia de San Francisco de Asís y la parroquia de Santiago Apóstol. Ambas fueron construidas en el siglo XIX y conservan su arquitectura original.
- Descubre su zona arqueológica: Desde visitar vestigios de distintas culturas prehispánicas hasta las precolombinas que se asentaron en el actual territorio del municipio.
- Visita el parque recreativo La Teporikua: Este cuenta con yacimientos de agua, chapoteadero, alberca y áreas para comer, este parque es el favorito de las familias locales y visitantes.
- Disfruta la gastronomía local: En tu visita no dudes en probar algunos platillos de la comida típica como el churipo, las corundas, el atole y el pozole.
- Compra artesanía local: Lleva a casa algunas de las piezas artesanales que se fabrican en dicho pueblo como: los textiles de fibras vegetales y tejidos de carrizo (canastas, cestos).